La Directiva de la UE sobre Diligencia Debida en materia de Sostenibilidad Empresarial (CSDDD) ya es una realidad. Su objetivo: garantizar que las empresas identifiquen y aborden los impactos negativos que puedan causar —o a los que contribuyan— en derechos humanos y medio ambiente, tanto en sus propias operaciones como en toda su cadena de valor.
¿A quién aplica y desde cuándo?
La directiva impone obligaciones legales a grandes empresas de la UE (y extranjeras con actividad significativa en Europa), según un calendario progresivo:
- Desde 2027: Empresas con más de 5.000 empleados y 1.500M€ de facturación.
- Desde 2028: Empresas con más de 3.000 empleados y 900M€ de facturación.
- Desde 2029: Empresas con más de 1.000 empleados y 450M€ de facturación.
¡Ojo! también se aplica a empresas de fuera de la UE que facturen más de esos umbrales en territorio europeo.

¿Qué exige la Directiva?
Las empresas deberán:
- Integrar la diligencia debida en su estrategia corporativa.
- Identificar y evaluar riesgos sobre derechos humanos y medio ambiente en toda la cadena de valor.
- Prevenir, mitigar y remediar impactos negativos reales o potenciales.
- Establecer canales de denuncia y mecanismos de reclamación accesibles.
- Supervisar la efectividad de sus medidas y actualizar sus políticas.
- Informar públicamente de forma transparente sobre los resultados.
Y las pymes? ¿Por qué deben estar atentas?
Aunque las empresas de menos de 250 empleados no están directamente obligadas, sí se verán afectadas. ¿Por qué?
- Nuevas exigencias contractuales en materia ESG.
- Auditorías de sostenibilidad.
- Solicitudes de información sobre derechos laborales, medioambiente y gobernanza.
- Canales de denuncias obligatorios como condición para mantener relaciones comerciales.
Porque muchas forman parte de la cadena de suministro de grandes empresas que sí deben cumplir la directiva. Esto implicará:
🔍 En otras palabras: no cumplir con estándares mínimos de sostenibilidad puede implicar perder contratos o quedar fuera de licitaciones clave.
¿Qué puedes hacer desde ya?
Tanto si eres una gran empresa como una pyme, conviene actuar:
- Define una política de diligencia debida y evalúa riesgos ESG.
- Implementa un canal ético y accesible de denuncias.
- Mapea tu cadena de suministro y empieza a evaluarla.
- Documenta y comunica tu compromiso con la sostenibilidad.
- Forma a tu equipo en cumplimiento normativo y sostenibilidad corporativa.
Conclusión:
La CSDDD no solo es una norma: es una nueva forma de hacer negocios en Europa. El cumplimiento sostenible ya no es un extra reputacional, es una condición para competir.
Y aunque no estés obligado hoy… mañana te lo exigirá tu cliente más importante.